
Por los jardines de Montero Ríos, al calorcillo de estas tardes de noviembre —el cambio climático nos trae este agostado otoño— mientras paseaba pude observar a la chica enfrascada en ve tú a saber qué novela. ¿Marilyn? No, no puede ser. ¿Era ella o no era ella? Tal vez ayer eché una siesta algo larga y...